Estamos muy preocupados por el notorio aumento de enfermedades como cánceres en adultos (y últimamente también en niños y adolescentes) de abortos espontáneos, nacimientos con malformaciones, enfermedades respiratorias, alérgicas, dermatológicas, disfunciones endócrinas y esterilidad masculina, entre otras, todas ellas, a consecuencia de vivir en una zona de cultivo de soja y otras semillas, particularmente transgénicas, rociadas a lo largo de todo el año con agroquímicos, cuyo uso se ha incrementado más de mil por ciento (1000%) desde la sanción de la vieja ley N° 11.273/95, llamada de “Fitosanitarios”.
Si bien se encuentran más expuestos quienes viven en cercanías de zonas fumigadas o manipulan los agrotóxicos, no estamos exentos de sus efectos quienes vivimos en la ciudad ya que las fumigaciones aéreas recorren grandes distancias con la menor brisa o simplemente con la rotación de la tierra, contaminando inevitablemente los alimentos que consumimos o el agua que bebemos.
Hace varios años que se viene peticionando a los legisladores el tratamiento y aprobación de una ley que nos proteja y si bien fue posible exponer nuestras peticiones, la población no tuvo, como respuesta, la sanción de la ley y actualmente sigue siendo legal fumigar frente de casas habitadas.
Por lo brevemente expuesto, nos sumamos al PETITORIO DIRIGIDO A LOS LEGISLADORES POR LA URGENTE SANCIÓN DE UNA NUEVA LEY DE AGROQUÍMICOS, que impida las incontroladas e incontrolables fumigaciones aéreas y aleje, como mínimo, 800 metros de zonas habitadas, escuelas rurales y cursos de agua, las fumigaciones terrestres.