NUESTRO PAÍS
La sociedad argentina atravesó una profunda crisis en el 2001 como consecuencia del derrumbe de un tipo de modelo neoliberal implementado durante la década del 90 que incentivo al máximo las “bondades” del libre mercado, individualismo competitivo y una enajenación del patrimonio nacional. Como corolario se concretó la mayor estafa de la historia argentina con los depositantes y ahorristas de los Bancos con el llamado corralito y los trabajadores bancarios tuvimos que soportar un deterioro impresionante en las condiciones laborales y la pérdida de numerosos puestos de trabajo.
Todo este plan, que surgió con la dictadura militar, no hubiese tenido posibilidad de ser llevado adelante sin la complicidad, por acción u omisión, de parte de las cúpulas sindicales.
Somos concientes que la posibilidad de una economía al servicio del hombre fundada en niveles crecientes de autonomía y justicia social, no constituye un problema económico. Hacer viable un plan alternativo exige, antes que nada, una ideología y una política alternativas, decíamos en el encuentro de Burzaco de 1991.
SITUACIÓN ACTUAL Y SISTEMA FINANCIERO
Hoy estamos transitando una nueva etapa en el país donde se han dado pasos con el tema de los derechos humanos y los cambios en la Corte Suprema, y algunas posturas internacionales con respecto a Latinoamérica, pero sigue sin aparecer una más justa distribución del ingreso, ninguna iniciativa oficial para revertir el actual injusto sistema tributario, el necesario cambio de la actual ley de entidades financieras sancionada durante la última dictadura militar, y temas como la democracia y libertad sindical y el reconocimiento de la central.
Después de la crisis y de la huida de algunos capitales extranjeros en el sistema financiero, hoy el sistema se viene recuperando firmemente y los Bancos están produciendo enormes ganancias.
En este marco, la última negociación salarial dejó en descubierto una vez más la debilidad del gremio producto de una política de desmovilización llevada a cabo desde la conducción nacional, arrojando un incremento que no está en relación a las ganancias de las entidades financieras. Intolerable resulta las discriminación salarial que aún se mantiene en el Credicoop y que la dirección del Banco debe resolver definitivamente.
NUESTRO GREMIO
Para lograr lo que nos corresponde y las patronales pueden abonar es necesario que los bancarios tomemos en nuestras propias manos los reclamos con un mayor nivel de protagonismo y más ahora cuando están convocadas las Paritarias para discutir un nuevo convenio colectivo de trabajo en la actividad bancaria.
El viejo modelo de sindicalismo, sostenido por su dependencia al poder político de turno y la complacencia del poder económico, no sirve para canalizar plenamente las demandas ni defender las conquistas. Para cambiar este molde en nuestro sindicato no alcanza con cambiar a Zanola, que por supuesto es necesario, sino que debemos pensar y accionar para cambiar una estructura y cultura sindical, un sindicato nacional actual construido para si mismo, donde los “debates” se canalizan para las internas, al margen de las vivencias y expectativas de los miles de bancarios y bancarias que conforman nuestro gremio. También es fundamental un sindicato federalista donde los fondos por los aportes sean distribuidos equitativamente y no como sucede actualmente que solo se destinan a retroalimentar la burocracia nacional, dejando a muchas seccionales a la deriva.
NUESTRAS PROPUESTAS
Ante este cuadro de situación y sobre la base del reconocimiento de nuestros errores de acumulación y de construcción, este encuentro de militantes de la central del Banco Credicoop cree que para construir los ámbitos y la herramienta necesaria para llevar adelante de un nuevo modelo sindical no podemos estar ausentes en procesos electorales como las últimas elecciones en la Seccional Capital y mucho menos ser ajenos a las irregularidades en las últimas elecciones de gremial en el Banco Nación. En esa dirección desde la agrupación nacional de la cta bancarios debemos dar un debate, invitando a participar a todos los compañeros que se reivindican y actúan como central en distintos lugares, sin exclusiones, sin sectarismos.
Quienes firmamos esta declaración asumimos un compromiso de trabajo consistente en superar la etapa de las consignas y el testimonio y participar con mucha amplitud con otros sectores de capital y seccionales, con nuestra propia historia y proyecto, en la construcción de la alternativa necesaria para cambiar el sindicato y para ello es imprescindible convocar a los trabajadores y trabajadoras bancarias a la participación y a su afiliación a la central y al sindicato, en el banco y en el gremio.
Porque reivindicamos el papel del sindicato como instrumento en la defensa de nuestros derechos e intereses de trabajadores es que militamos por un cambio de fondo y llamamos a los trabajadores bancarios a participar activamente para concretar estos objetivos.
Desde nuestro lugar en la CTA seguimos bregando por un nuevo modelo sindical, un modelo que nos una frente a las patronales, un sindicalismo independiente de los gobiernos coyunturales y que seamos una alternativa orgullosa y continuadora de las mejores tradiciones de las luchas históricas de la clase obrera argentina.
Rosario, 4 de Mayo de 2007.
SECCIONAL BUENOS AIRES: Sandra Zapatero, Virgilio Viera, Daniel Ferreyra, Ricardo Rolando, Celma Pesquero, Jorge Corsi y Jorge Torres; SECCIONAL BAHÍA BLANCA: Juan Rodriguez; SECCIONAL LA PLATA: Gustavo Barrionuevo y Raúl Cúneo; SECCIONAL NECOCHEA: Jorge Giorgi; SECCIONAL PTE. ROQUE SAENZ PEÑA: Oscar Medina; SECCIONAL SANTA FE: Clara Walemberg y Laura Gamarino; SECCIONAL ROSARIO: Graciela Roselló, Raúl Ruiz de Galarreta, Roberto Gonzalez y Jorge Rodriguez.