En consecuencia, mientras el CONICET encontraba agrotóxicos en la Antártida y las Facultades de Ciencias Médicas publicaban regularmente advertencias sobre enfermedades provocadas por la cercanía de fumigaciones con agroquímicos a escuelas y poblaciones, muchas de ellas mortales, en radios de al menos 800 metros, un grupo de tareas desafía a la ciencia y la medicina con opiniones y criterios economicistas, convirtiendo en letra muerta no sólo dictámenes de científicos independientes de las empresas y fallos judiciales que los recogieron, sino la misma Ley General del Ambiente y el art. 41 de la Constitución Nacional.
La nueva operación mediática se inscribe en el marco de una ofensiva contra las víctimas que vienen reclamando protección frente al envenenamiento masivo y acumulativo que sufren desde hace más de 15 años, agravándose por el incremento astronómico en toxicidad y cantidad, superando el 1000% por ciento en ese periodo utilizando venenos producidos hace más de medio siglo y de extrema peligrosidad, como los derivados del Agente Naranja, entre tantos.
El aumento proporcional de afecciones agudas, oncológicas y de todo tipo, cuyo costo, además, es afrontado por el erario público, augura un destino apocalíptico para los millones que habitan la región más poblada del pais y un dudoso balance económico jamás podrá justificar el sacrificio "mengueliano" de una parte de la población.
Apelando a la reserva moral de nuestros representantes, convocamos a las más altas autoridades de la Nación a desautorizar la actuación de funcionarios oficiales en ese contubernio y promover con urgencia una instancia de público debate e información sobre el futuro de la población inmersa involuntariamente dentro de un modelo de agricultura transgénica sostenido a base de tóxicos, en el cual el ambiente y las personas son meros obstáculos.
Los reclamos populares y el dramático desenlace frente a un emblema de contaminación y muerte como la firma MONSANTO, en la localidad de Malvinas Argentinas de la provincia de Córdoba, son caras de la misma moneda.
La hora demanda actos heroicos. Sin ignorar los riesgos implicados, prestigiosos científicos, médicos y altas casas de estudio decidieron poner todo su talento y prestigio al servicio de millones de ignotas víctimas de un modelo para unos pocos, instalado a base de operaciones de confusión masiva dentro y fuera de las esferas públicas.
El gobierno tiene ahora la palabra.
Octubre de 2013.