Todo ocurrió este domingo 30 de marzo cuando los trabajadores de prensa concurrieron a la dirección mencionada. Allí se entrevistaron con un vecino cuya casa había sido asaltada, y mientras Peralta y Doino realizaban su tarea, de espaldas a la a calzada, escucharon disparos que incluso pudieron sentirse en la nota que el canal puso en pantalla.
En esa zona de barrio Echesortu, una familia fue víctima de un robo en su vivienda y fue allí que concurrió el equipo de Canal 5. Al escuchar los impactos, otros vecinos salieron de sus viviendas y todos interpretaron lo sucedido como un intento de amedrentamiento, sobre todo dirigido a ellos mismos, pero que no dejaron afuera del peligro a periodista y camarógrafo.
Una vez más esta Comisión expresa la preocupación por las condiciones en que se realiza el trabajo de los periodistas, imprescindible para mostrar qué sucede, en este caso en nuestra ciudad. La preocupación se hace mayor por la impunidad con que actuaron los desconocidos a tan pocas cuadras de una seccional policial, y que puede transformarse en un condicionante para la labor diaria de quienes tienen la misión de recoger información.