Desde nuestra central repudiamos un nuevo intento de criminalizar la infancia, a la par que se menoscaba la tarea realiza por quienes están a cargo del cuidado integral de los niños en situación de alta vulnerabilidad social. Como así, también, el esfuerzo que día a día llevan adelante estos jóvenes que, junto a su docente alfabetizadora en nuestro local construyen nuevos conocimientos para una real inclusión social.
No es la primera vez que, sectores de la sociedad intolerantes y sectarios culpabilizan a niños y jóvenes humildes que abandonaron sus barrios para buscar una vida más digna, víctimas, sobre todo en los noventa, de un Estado ausente. Acciones de este tenor sólo generan más discriminación y más exclusión.
Desde la Central entendemos que en este nuevo contexto económico, político, social y cultural nacional, es necesario reforzar las redes sociales que nos permitan crear una sociedad más justa, donde las niñas, los niños y los jóvenes sean respetados, en sus derechos, por el Estado y la sociedad en general.