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¿Qué clase de unidad en la acción puede ser aquella que justificara aliarse con quienes justifican al terrorismo de Estado?¿Qué fundamento ético podría esgrimirse para desconocer que Barrionuevo es un continuador histórico de los colaboracionistas de 1966 si él mismo admite que con la dictadura de 1976 podía negociar y con el gobierno popular no?¿Es tan sencillo olvidar las dos vertientes históricas en el movimiento de los trabajadores?¿No es, acaso, una verdad de a puño que la mayoría de los desaparecidos pertenece a la clase trabajadora?
Este paro -desaprensivamente convocado cuando se cumplen hoy 59 años de los fusilamientos del general Juan José Valle y los mártires de los basurales de José León Suárez- no puede llevarse puesta la memoria de lucha de esa corriente del movimiento obrero que nuestra CTA integra. Este paro, que no oculta su pretensión de desgastar al gobierno popular, no representa a los trabajadores porque, precisamente, responde a los intereses de aquéllos que quieren llevarnos a la rastra de la nueva derecha que, con Macri a la cabeza, pretende volver a la Argentina de los ajustes, la desocupación y la miseria.
La confesión de Luis Barrionuevo pone, como telón de fondo a este paro, una verdad brutal. Mientras sindicalistas iguales que él negociaban con la dictadura cívico militar, dirigentes como Oscar Smith eran secuestrados un 11 de febrero de 1977 por haber defendido con la lucha -y la primera huelga contra los milicos- el convenio colectivo de los trabajadores de Luz y Fuerza. No se necesitan más pruebas que éstas para demostrar de qué lado están todos los que, con un argumento u otro, han convocado a este paro contra el gobierno popular.-
Carlos Girotti
Secretario de Comunicación
Hugo Yasky
Secretario General