Entendemos que este crimen no es un caso aislado, sino que es una forma extrema de manifestación de la discriminación con motivo de género, que encuentra múltiples expresiones en lo cotidiano, y que tiene también como objeto a integrantes del colectivo LGBT.
El hecho se suma además a la penosa cifra de femicidios ocurridos en nuestro país en las últimas semanas. Consideramos que situaciones de este tipo deben interpelar a los Estados en la generación de políticas públicas al respecto; pero también deben ser un llamado al compromiso de la ciudadanía para poder decir "ni una menos" a través de acciones concretas y constructivas de una sociedad más justa e igualitaria, en la que la violencia de género no sea noticia corriente.