El director de la Oficina de la OIT para Argentina, Pedro Américo Furtado de Oliveira, describió los alcances de esta iniciativa: “Esta alianza fue lanzada el 21 de septiembre de 2016 en Nueva York con la idea de crear una red internacional que pueda sumar actores nacionales, regionales e internacionales alrededor de la Meta 8.7 de los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) bajo la agenda 2030 de Naciones Unidas. Acá en Argentina fue un placer y un honor poder lanzarla, justo después que el país ratificó el protocolo de trabajo forzoso”.
Argentina fue el primer país en adherir al Protocolo relativo al Convenio sobre el trabajo forzoso, 1930, el 11 de junio de 2014, durante la 103ª reunión de la CIT (Conferencia Internacional del Trabajo) que se celebró en Ginebra en mayo y junio de 2014. “Argentina tiene un liderazgo muy importante no solamente porque fue uno de los primeros países en ratificar el protocolo pero también es un país que tiene experiencia en iniciativas contra el trabajo infantil y además será sede de la próxima Conferencia Mundial contra el trabajo infantil en 2017”.
El documento de la alianza explica que en la Meta 8.7 “los dirigentes se comprometieron a tomar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas modernas de esclavitud y la trata de seres humanos, y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldado y, a más tardar en 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas”.
A su turno, Hugo Yasky anunció la creación del Observatorio de la Niñez y la Infancia de la CTA, que tendrá lugar dentro de doce días. “Una iniciativa que hace mucho venimos trabajando y que podemos empezar a concretar a casi un año de la conferencia que vamos a tener en noviembre del año próximo”, en alusión a la IV Conferencia Global contra el Trabajo Infantil. Y agregó: “Es una iniciativa en la que vamos a concretar la aspiración de tener un Instituto conformado por compañeros y compañeras que tienen una larga y reconocida trayectoria en el tema de infancia y adolescencia y que va a poner la lupa sobre lo que es la incidencia de las políticas públicas a favor o en contra de mejorar la situación de los niños y las niñas, el trabajo clandestino; también la incidencia de la desocupación en la elevación de los índices de la pobreza; que hoy, aunque se trate de ocultar, son más altos en los niños y las niñas que en los adultos. Es decir, cuando un adulto, un matrimonio pierde su trabajo, los primeros que comienzan a sufrir las condiciones de pobreza son los niños y las niñas, y generalmente este tipo de cuestiones queda un poco fuera de la retina de los grandes medios de comunicación”.
También Yasky se refirió a la relevancia del avance en la firma del protocolo. “Creo que es muy importante en este tema la convergencia de la sociedad civil, del Estado y por supuesto dentro de eso involucramos al sector empresario y a los trabajadores a través de las centrales y de los sindicatos. Creo que las dos peores formas de la explotación, son las que justamente están incorporadas en este protocolo. Es muy importante que se haya avanzado con la firma. Más allá de los cambios de gobierno es importante que todas las políticas que signifiquen ir eliminando la explotación del trabajo infantil, la esclavitud, diversas formas de trabajo forzoso, se conviertan en políticas de Estado. Que los cambios no hagan que perdamos de vista, que sin duda alguna cuando un país crece en los derechos de sus trabajadores, crece en democracia, en la valorización de su ciudadanía y fundamentalmente va construyendo un presente de condiciones más dignas para todos sus habitantes”.
Asimismo, sobre el rol de los sindicatos manifestó: “Entiendo que el papel de los sindicatos, como lo decía la compañera de la CGT, es fundamental. El tema de terminar con la idea de que solamente los sindicatos se tienen que ocupar de discutir convenios de trabajo, salarios, condiciones laborales, que es muy importante y la razón de ser de los sindicatos, debemos incorporar temas que tienen que ver con defender la dignidad del trabajador. Porque cuantos más despidos, más trabajo en negro hay, más condiciones hay para que proliferen las formas más aberrantes de la explotación. Es como con el tema de los mosquitos, hay que eliminar los lugares donde haya recipientes de agua contaminada, y para nosotros el agua contaminada es la pérdida de fuentes de trabajo, el desempleo, son las condiciones que después hacen posible que otras formas más aberrantes se instalen”.
En diálogo con CTA Comunica, el director de la Oficina de la OIT en Argentina, además destacó: “En el día de la fecha hubo presencia de los sindicatos, de los empresarios, del gobierno y de la fiscalía. Se trata de una alianza ampliada que va a involucrar a varios actores: a la sociedad civil, a la Iglesia, a ONG’s, a grupos empresarios, que tendrán cada cual un papel importante. La idea es que todos se sumen a una lucha que no solo pertenece a un grupo de países o una región. Es un tema que está presente en todo el universo y para eso en importante que todos los agentes públicos, privados, sindicales puedan estar presentes alrededor de una meta que tenemos que cumplir hasta 2030 que se estableció en Naciones Unidas en septiembre de 2015”.
-¿Cuál es la importancia de la participación de los sectores sindicales?
Total. Porque muchas veces el trabajo infantil y el trabajo forzoso se dan en lugares donde no hay trabajadores formales, sino en los que están en la informalidad. Y se da muchas veces, en casi su totalidad, en sectores donde los trabajadores no están organizados. O sea, que el sector sindical esté presente en esta lucha, en esta iniciativa, es fundamental porque no está solamente presente para los que están trabajando pero también tienen una meta moral y humana necesaria para poder llegar a los trabajadores que todavía no están formalizados.
-Y por supuesto, se necesita un fuerte compromiso de los gobiernos.
Sí, claro, porque los gobiernos tienen la responsabilidad de establecer políticas, de crear mecanismos, de diseñar un plan nacional. Este plan nacional necesariamente tendrá que tener la presencia de los sindicatos, de los trabajadores, de la sociedad civil y evidentemente ser liderado por un gobierno que va a involucrar al Ministerio de Trabajo, Desarrollo Social, Salud, Educación y a otros porque para combatir el trabajo infantil y el trabajo forzoso es un tema multidisciplinario y exige que la acción pública sea coordinada con otras carteras.