Antes bien, el salario real promedio sufrió una pérdida significativa. Pero este retroceso en las condiciones de vida de los trabajadores no ha golpeado a todos por igual. Como suele suceder en situaciones de crisis, los hogares con menor nivel de ingresos fueron los más perjudicados y, como resultado, se verificó un importante aumento de la desigualdad en la distribución del ingreso.
Nota publicada en el Página/12 del miércoles 18 de enero de 2017