En el escenario instalado en Avenida Belgrano y 9 de Julio se encontraban presentes dirigentes sindicales convocantes a esta movilización.
Discurso de Hugo Yasky
El enorme orgullo, la alegría de ser parte, junto al sindicato de los Camioneros, junto a mi tocayo Hugo, a Pablo, junto a las maestras, los bancarios, los obreros, los movimientos sociales, los estatales, los de comercio, los compañeros de los servicios, el pueblo que vino hoy ser parte de este día que va a quedar en la historia como el Día de la Unidad de los Trabajadores, como el día de la Dignidad de los que no nos ponemos de rodillas, frente a la prepotencia de un gobierno de patrones.
Queremos enviar desde acá un abrazo a los trabajadores y trabajadoras que en Brasil, ayer derrotaron la reforma previsional, y un abrazo a Lula, primer presidente obrero de América Latina, que hoy es perseguido injustamente por la injusticia patronal.
Nosotros sabemos que cada vez que salimos a la calle este gobierno llama a algún juez amigo, interviene algún sindicato, inventa alguna causa, por eso nosotros bancamos al compañero Hugo Moyano, al compañero Baradel, a cada compañero perseguido, como lo hicimos con Plaíni y les decimos si quieren buscar delincuentes, si quieren buscar ladrones, les pasamos una dirección: Balcarce 50, una Casa Rosada, ahí están los que tienen que ir a buscar.
Nosotros queremos simplemente trabajo y dignidad. Por eso están los empresarios de las Pymes, por eso están los despedidos, los de Río Turbio, los compañeros del Estado, que acá en Buenos Aires les ponen el revólver del despido en la cabeza, para obligarlos a aceptar a los compañeros de ATE el 12%. Los compañeros de los ingenios azucareros. Cada despedido lo que pide es poder trabajar con dignidad. Por eso decimos. Hay que volver a tener una Argentina, donde el orgullo del obrero sea poner el plato de comida en la casa; sea que su hijo vaya a la escuela a estudiar, no a la escuela a comer y eso se consigue con paritarias libres, con cláusula gatillo, y sobre todo con la ley laboral, que hay que reformar, que hay que defender, porque esa ley que quieren reformar nos la legaron Perón y Evita. El mandato de Perón y de Evita es que el movimiento sindical se ponga de pie y esté en la calle para defender las leyes laborales.
Quiero decirle al gobierno, soy orgullosamente maestro de la escuela pública. Muchos de los chicos que tuve en Villa Fiorito, y en las villas en las que trabajé, tienen más cultura que muchos de los que nos gobiernan que salieron de la escuela privada y no aprendieron nada. Por eso viva la escuela pública, viva la paritaria nacional docente. Vivan los gremios que luchan por la dignidad del docente.
Gracias a este sindicato, a Camioneros, a su conducción, a Pablo, a Hugo, abrieron un camino impensado. Hay que atreverse con el mandato de esta marcha que es Unidad de los Trabajadores, a construir una nueva unidad del sindicalismo, del movimiento social, capaz de levantar el mandato de la lucha para terminar con el oprobio de un gobierno que explota a los trabajadores y le mete la mano en el bolsillo a los jubilados.
Fuerza compañeros, a seguir peleando, a construir más unidad y a garantizar la continuidad de esta hermosa lucha.
El 8 de Marzo, con el paro de las mujeres. Gracias. Un abrazo a todas y todos.