Entre ellos expresamos nuestro acompañamiento solidario a los trabajadores de Vialidad Nacional que en el día de hoy lunes se manifestaron en defensa de las escuelas técnicas de vialidad. El gobierno pretende cerrarlas lo que significaría el despido de cerca de 300 personas. Los trabajadores de vialidad también vienen luchando contra la privatización encubierta de la repartición.
Acompañamos también a los 15 trabajadores de la empresa Ovoprot despedidos por la empresa con sede en Sauce Viejo. Con el agravante que la empresa se niega a pagar las indemnizaciones que corresponden condenando a los trabajadores a un largo peregrinar judicial.
A los trabajadores de la refinería Oil que debieron cortar la ruta 11 para manifestar el rechazo a los cerca de 400 despidos que podría significar el cierre de esta industria petrolera ubicada en San Lorenzo. Es la primera vez en 80 años de actividad que esta planta deja de producir, denunciaron sus operarios.
A los trabajadores de Cargill en General Alvear. La multinacional estadounidense quiere despedir allí a 33 trabajadores para remplazarlos por otros en peores condiciones.
A los de Metro Wheels.
A los de Vassali.
A los de Fabricaciones Militares.
A los trabajadores de Uno de Santa Fe que están reteniendo tareas para reclamar que el Grupo América, propiedad del grupo Vila-Manzano, le pague los sueldos del mes de febrero. A los del diario La Opinión de Rafaela que están luchando porque se regularicen sus sueldos.
A los trabajadores de peajes, junto a su sindicato Sutracovi, por la incertidumbre que viven cientos de compañeros y compañeras ante el posible levantamiento de diferentes puestos de peaje.
A los trabajadores de los medios públicos nacionales que vienen sufriendo despidos, persecución antisindical y política tanto en Radio Nacional como en Canal 7.
A todos los trabajadores del sector público provincial y municipal que vienen dando una lucha ejemplar para defender su salario en un contexto de inflación creciente.
A todos estos trabajadores y trabajadoras acompañamos solidariamente y los alentamos a no bajar los brazos y les decimos que la única posibilidad de mejorar nuestras condiciones es con más unidad y más lucha.
Todo este daño a la clase trabajadora es el resultado de un plan económico que nos perjudica. Que simula que quiere bajar la inflación mientras aprueba tarifazos y alzas indiscriminadas de precios de alimentos. Pero en cambio pone toda su energía para evitar que nuestros salarios recuperen poder adquisitivo.
Un plan económico de un gobierno de ricos y para beneficio de los más ricos.
Los trabajadores debemos actuar en defensa de nuestros intereses creando las condiciones para que este plan no nos siga perjudicando.
Finalmente, exigimos al Gobierno de Santa Fe que salga del letargo impuesto por sus propias contradicciones. Es hora de poner el Estado al servicio de la producción y el trabajo de los Santafesinos, abandonado la neutralidad agobiante frente a un modelo de concentración económica y exclusión social de las mayorías.