No obstante la posición conjunta adoptada por las tres centrales sindicales, la parte empresarial rechazó la propuesta y el gobierno acabó laudando por decreto un monto miserable de $12.500.
Hugo Yasky les agradeció a los empresarios que presentaran un monto tan bajo para el salario mínimo porque “de esa manera, las multas que el gobierno les aplica a los sindicatos que luchan, como el Suteba y el Sindicato de Choferes de Camiones, no serán tan gravosas”, ironizó.
Por otra parte, nuestro Secretario General sostuvo que la CTA de los Trabajadores presentará un proyecto de ley en la Cámara de Diputados de la Nación para prohibir, durante un período de dos años, los despidos, tanto en el sector privado como en el público. Esta simple comunicación fue rechazada de plano por la Unión Industrial Argentina.
Asimismo, Hugo Yasky manifestó, en la reunión de una de las Comisiones, que si los responsables gubernamentales hubiesen atendido como debieran las denuncias cursadas por el Suteba, el pueblo y la comunidad educativa de Moreno no habrían velado a los compañeros Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, muertos por culpa de la desidia oficial.
Lo absolutamente increíble del laudo de la cartera laboral es que el mísero aumento del salario mínimo, vital y móvil se liquidará en cuatro tramos: 7% en septiembre, 6% en diciembre, 6% en marzo de 2019 y el 6% restante recién en junio de dicho año. La parte empresarial había ofrecido, como si se tratara de un descomunal sacrificio para sus ganancias, un magro 20% de aumento, cuando hasta el propio gestor del gran ajuste nacional, el presidente Macri, había admitido que “la tormenta” llevaría la inflación a una cifra no inferior al 30%.