Es inadmisible que en plena pandemia, con las restricciones productivas, con el apoyo estatal con dineros de todos los argentinos y santafesinos que están recibiendo empresas como AGL, con el poder económico del Grupo Clarín y con el Decreto de Necesidad y Urgencia N° 413 de la Presidencia de la Nación en vigencia, que prohíbe las suspensiones y despidos hasta fin de año, este pequeño grupo de trabajadores gráficos esté atravesando esta situación.
Apoyemos su reclamo para que la empresa retrotraiga la situación de conflicto para que vuelvan a su puesto de trabajo cada unos de los afectados y al gobierno provincial que refuerce sus acciones para mediar con justicia y sensibilidad social.