Tal resolución se toma a fin de impulsar la toma de conciencia y de adopción de medidas destinadas al constante mejoramiento de la situación de las personas que padecen impedimentos y a la consecución de la igualdad de oportunidades de las mismas.
El 20/12/1993 la ONU había publicado las Normas Uniformes sobre la Igualdad de Oportunidades para las Personas con Discapacidad, conjuntamente con otras, que constituyeron importantes factores en la promoción, formulación y evaluación de normas, planes, programas y medidas a nivel nacional, regional e internacional destinados a dar una mayor igualdad de oportunidades a las personas con discapacidad.
El resultado final de un arduo trabajo fue la “Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad” (CIDPD), aprobada el 13 de diciembre de 2016 por la Asamblea General de la ONU, que Argentina ratifica mediante ley 26.378 y eleva a rango constitucional a través de la ley 27.044 (por aplicación del 1er. Párrafo del inc. 22 del Art. 75 C.N.).
Con la CIDPD, el abordaje de la temática de la discapacidad abandona el modelo de la normalidad basado en el paradigma médico, que pone el acento en los déficit de la persona, lo cual lleva a la ONU a denominar el 3 de diciembre como día de “los impedidos”, para pasar a abordarlo desde el “modelo social” encuadrado dentro de los derechos humanos.
Desde esta premisa, la discapacidad es una construcción y un modo de opresión social, como resultado de una sociedad que no considera ni tiene presente a las personas con discapacidad. A partir de esta concepción, que distingue claramente entre deficiencia (o diversidad funcional) y discapacidad, se adopta una definición de la deficiencia física o motriz, sensorial, visceral y mental, en contraste a una conceptualización de discapacidad en términos socio-políticos, definida como el resultado de una relación arbitraria entre las personas con diversidad funcional y el resto de la sociedad.
Todo ello lleva a que el 3 de diciembre pase a ser el “Día Internacional de las Personas con Discapacidad” y que, al decir Antonio Guterres, Secretario General de la ONU, sirva para que "reafirmemos nuestro compromiso de trabajar juntos por un mundo mejor que sea inclusivo, equitativo y sostenible para todos, y en el que los derechos de las personas con discapacidad se hagan plenamente efectivos".
Según el portal de la ONU, las personas con discapacidad, la "minoría más amplia del mundo", suelen tener menos oportunidades económicas, peor acceso a la educación y tasas de pobreza más altas. Eso se debe principalmente a la falta de servicios que les puedan facilitar la vida (como acceso a la información o al transporte) y porque tienen menos recursos para defender sus derechos. A estos obstáculos cotidianos se suman la discriminación social y la falta de legislación adecuada para protegerlos. Agrega, que son reiteradamente pasibles de violencia: los niños discapacitados tienen cuatro veces más posibilidades de ser víctimas de actos violentos, la misma proporción que los adultos con problemas mentales. La ignorancia es en gran parte responsable de la estigmatización y la discriminación que padecen las personas con discapacidad.
La ONU insta a que los gobiernos, las personas con discapacidades y las organizaciones que las representan, las instituciones académicas y el sector privado trabajen en equipo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, adoptados por todos los Estados Miembros en 2015 como un llamado universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad para 2030.
En 2022, por tanto el lema del Día Internacional de las Personas con discapacidad se centra en que las personas con discapacidad conozcan y ejerzan sus derechos, para asegurar un desarrollo sostenible, inclusivo e igualitario y de esta manera, cumplir con la Agenda señalada.
En nuestro país en particular, luego de cuatro años de políticas de ajuste económico social, y la crisis económica social actual, se han perdido muchos derechos de este colectivo, recordando entre las más crueles la quita de pensiones no contributivas conjuntamente con la cobertura del Programa Incluir Salud, entre otros. Por ello, los objetivos planteados por la ONU para 2030 aparecen como lejanos.
Será necesario revertir la política económica, social y cultural, donde se privilegie el trabajo, la producción, la lucha contra el hambre, a los jubilados y pensionados, la cultura, la educación, la democracia, etc., que podrá iniciarse un camino de recomposición de derechos.
Dr. Vildor Garavelli
Secretaría de Discapacidad
CTA de los Trabajadores y las Trabajadoras Santa Fe