Las apropiadoras, Cecilia Ramona Góngora y Elsa Gladys Nasatsky, recibieron condenas de ocho y seis años pero además el tribunal resolvió en el mismo acto la restitución de identidad de este compañero, reconocido como nieto 120 por la organización Abuelas de Plaza de Mayo, ahora José Roberto Maulín Pratto.
En las puertas del tribunal estuvimos presentes junto a los compañeros del Foro Contra la Impunidad y por la Justicia de Santa Fe y la Asociación Norte Amplio por los Derechos Humanos, organizaciones que tuvieron y tienen una intervención decisiva para garantizar que estos procesos se correspondan con la lucha por verdad, memoria y justicia.
Cabe recordar que por estos hechos también estuvo acusado Danilo Sambuelli, que en esa época era jefe de Inteligencia de la Brigada Aérea de Reconquista y falleció en el 2014, cuando cumplía una condena a 21 años de prisión por delitos de lesa humanidad.
Desde CTA Santa Fe expresamos nuestra satisfacción ante este fallo no sin descuidar la atención, junto a los organismos de derechos humanos, a la preocupante política de desmantelamiento de estructuras del Estado de apoyo a juicios de lesa humanidad, prisiones domiciliarias a genocidas condenados, entre otras acciones, que impulsa y se corresponden con definiciones del gobierno nacional.