“Para Milagro la libertad, para Morales el repudio popular” es la consigna que se oyó infinidad de veces desde que apresaron arbitrariamente a la titular de la Organización Barrial Tupac Amaru y Parlamentaria del Mercosur, Milagro Sala. Enunciado que cantaron cientos de mujeres este fin de semana en Jujuy, en todo el país y fuera del país también, como durante el 14º Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en noviembre en Montevideo, Uruguay.
Numerosas organizaciones sociales, políticas y sindicales, entre ellas la CTA de los Trabajadores junto a la Corriente Federal, y otros gremios nucleados en la central, se hicieron presentes en San Salvador de Jujuy para hacer oír las voces en reclamo de la libertad de las presas y los presos políticos del gobierno de Gerardo Morales. Marcharon con una bandera donde se leía: ’Libertad a lxs presxs políticxs. Basta de ensuciar la democracia’, junto a los nombres de los siete compañeros y compañeras de la Tupac Amaru, detenidos: Gladys Díaz, Javier Nieva, Mirta Aizama, Milagro Sala, Mirta (Rosa ’Shakira’) Guerrero, (Alberto) ’Beto’ Cardozo y Graciela López.
Estela Díaz, secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTA de los Trabajadores y Coordinadora del Comité por la Libertad de Milagro Sala, relató, en diálogo con Radio Central, las actividades que tuvieron lugar en la provincia del noroeste argentino, donde cientos de mujeres de todo el país reclamaron una vez más por la liberación inmediata de cada una/o de los referentes tupaqueros.
“Estamos muy satisfechas por haber logrado una articulación tan plural de mujeres para hacer esta asamblea y esta movilización en Jujuy. Vale decir que las mujeres hemos hecho la primera movilización por la libertad de las presas y los presos políticos en San Salvador de Jujuy”, subrayó Estela Díaz, también directora del Centro de Estudios, Mujeres y Trabajos de la Argentina (CEMyT-CTA). Y añadió: “Además de la organización, de cómo nos recibieron tan amorosamente las compañeras tupaqueras, la asamblea feminista de Jujuy que se puso al hombro organizar desde allí, pero también las cientos de mujeres de todo el país, con dos meses de enorme compromiso en la organización, para juntar pesitos para el colectivo, y pasar horas y horas de viaje hasta llegar allá. Así que todo el saldo organizativo es sumamente positivo”.
Más de 700 mujeres se agruparon en la asamblea sobre la ruta 9, a 200 metros del penal de Alto Comedero, desde donde Milagro Sala las saludó enérgicamente tras el alambrado, y más de mil participaron de la marcha. “En las calles de Jujuy había mucha expectación, silencio, muy poco ataque de quienes nos hicieron algún gesto, algún grito en contra; pero también nos encontrábamos con manitos en V pegadas al cuerpo, con miedo, no exteriorizándose pero hasta incluso, con un clima social en Jujuy que está mostrando que se pueden escuchar las voces que denuncian la represión de Morales”.
A medida que fueron llegando las mujeres de cientos de organizaciones de todo el país, el viernes 8 al mediodía se hizo una conferencia de prensa en la sede de la Tupac Amaru, mientras que por la tarde se reunieron en comisiones de trabajo. A la noche se realizó una velada artística, cultural y de recepción de las delegaciones que seguían llegando y un plenario informativo. “Se trabajó mucho la logística, la seguridad; era una marcha riesgosa ya que a la provincia la sentimos hostil, con un estado represivo que se ha instalado desde que está Morales”, describió Estela Díaz. “Han sido reprimidos los trabajadores del Ingenio Ledesma. No sólo están Milagro y las tupaqueras y tupaqueros presos. Hay un sistema de represión en cada movilización en Jujuy”.
Durante la marcha, que partió desde la sede de la Tupac Amaru, las compañeras pasaron por la Casa de Gobierno donde hicieron una protesta en repudio del estado policíaco que Morales ha instalado en Jujuy, de perseguir con cárcel y con amenazas a sus oponente políticos. Continuaron marchando hacia el penal de Gorriti donde están detenidos Javier Nievas y Alberto Cardozo, de la Organización Tupac Amaru, y de allí partieron en micros hacia el penal de mujeres del barrio Alto Comedero donde se desarrolló la asamblea. “Cantamos, le dimos mensajes a Milagro, a las otras presas, se hizo la asamblea y se la visitó. Entré en el último grupo de visitas. Alrededor de 30 compañeras la visitaron y nos dividieron en cuatro grupos. Ese es el límite que nos pone el servicio penitenciario”.
“Fueron todos momentos muy emotivos. Cuando llegamos en marcha y nos concentramos en la esquina del penal para ir juntas hacia el frente donde ella puede vernos desde la ruta 9, ella salta de la silla como un resorte, se abraza con (las otras presas políticas) Graciela (López), con Gladys (Díaz), con ’Shakira’ (Mirta Rosa Guerrero), con Mirta Aizama, y empiezan a saltar y a bailar en ese patio. Después, junto con otras visitas que había, lloraban, lloraban de emoción, de escucharnos a las mujeres gritar desde ese lugar ’¡Jallalla Mujeres!’, ’Acá estamos las mujeres por tu libertad’, y empezaron a escuchar las voces desde esa radio abierta donde hablaron compañeras de Rosario, Salta, Tucumán, Córdoba, provincia de Buenos Aires; cada una con un mensaje”, detalló la secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTA.
Estela Díaz cuenta con mucha gracia cómo las acompañaron las inclemencias del tiempo. “Parece que la Pacha Mama se puso a favor nuestro. Nos cocinamos de calor durante toda la marcha y allí empezó al rato una lluvia fenomenal que nos refrescó pero también nos empapó, nos embarró. El clima nos dio un poco de toda esa mística que también Milagro aprovechó para bailar y obligar a las que iban y estaban en el penal a salir de bajo techo y bailar bajo la lluvia”.
La Corte Interamericana de Derechos Humanos demandó al Estado argentino para que de manera inmediata sustituya la prisión preventiva de Milagro Sala por el arresto domiciliario para el 15 de diciembre a más tardar. “Nosotras decimos que Milagro ya debería estar en su casa y en su domicilio habitual en el barrio de Cuyaya de San Salvador de Jujuy. No tiene margen Morales y el Poder Judicial, disciplinado por él, para llevar adelante una estrategia como la que hicieron antes, de transformar una casa como una prisión. Así que tienen que llevarla allí con un régimen con una pulsera de control pero sin seguridad en la puerta, ni restricciones de visitas, como son todas las prisiones domiciliarias. Tienen que respetar la ley. La Corte Interamericana, la Corte Suprema de Justicia de la Nación, lo han dicho taxativamente. No lo pueden demorar más. Milagro se tiene que ir a su casa y todo el resto de presas y presos políticos, que están cercanos a cumplir dos años de prisión varios de ellos, los que entraron junto con Milagro y los que entraron después. Entonces el reclamo es que Milagro esté ya en su casa y la libertad para el resto de las presas y presos”.