Cecilia Solá nos acercó sus relatos y cuentos que hablan por quienes no pueden hacerlo, alejándose de la comodidad de la ficción, por que más que entretener, nos interpeló. Solá no mira desde arriba los hechos que narra, sino que se pone en los zapatos que aprietan, en el cuerpo que sangra, siente el dolor como propio y de esa forma lo expresó y transmitió en una tarde llena de emociones.
Magdalena Corbalán agregó los acordes, transformando los gritos en canciones, con un basto cancionero popular, que con justeza complementó a esas historias que quieren dejar de ser calladas.
Desde AMSAFE La Capital/CTA de lxs Trabajadorxs estamos convencidos que el arte es una herramienta de lucha, como forma de levantar la voz frente a una realidad que nos lastima pero también que nos subleva.
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