Durante el juicio se reconstruyó el secuestro y detención ilegal de Froilán Aguirre, quien tenía 17 años, cuando lo llevaron en un Dodge 1500 verde hasta una casa de campo en la localidad de Rincón, para terminar alojado un mes en la seccional primera, donde compartió espacio y torturas junto a otros militantes y presos comunes. En ese mismo procedimiento, llevado adelante por civiles armados, fue detenido Juan Alberto "Beto" Osuna, quien luego aparecería muerto en la capital entrerriana en la llamada "masacre de la Tapera".
"Estuve esposado y con los pies atados. En uno de esos días fui brutalmente golpeado por Roberto José Martínez Dorr, alias ’Morrongo’, entonces suboficial. Fue tan grande la paliza que otro de los jóvenes que estaba detenido se descompuso y empezó a vomitar por el solo hecho de ver cómo ’Morrongo’ me pegaba en la seccional", contó Froilán Aguirre a los jueces que integraron el Tribunal Oral Federal.
A pesar de que la Fiscalía había solicitado 15 años de cárcel y la querella pidió que se lo condene a 20 años, el TOF, integrado por los jueces María Ivon Vella, José M. Escobar Cello y Otmar Paulucci, impuso la pena de diez años y medio a Martínez Dorr.